La normativa ambiental, articulada bajo la Ley 22/2011, de residuos y suelos contaminados, obliga a las empresas u organismos que realicen cualquier tipo de tratamiento, almacenamiento o clasificación de residuos a disponer de una autorización de Gestor de residuos.
Las autorizaciones de gestión de residuos se engloban bajo dos tipos dependiendo de los residuos tratados en la instalación:
El beneficio fundamental es que tu organización cumplirá la ley.
Según el articulo 46 de la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados operar sin autorización se considera como una infracción muy grave sancionada con multa desde 45.001 euros hasta 1.750.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos, en cuyo caso la multa podrá ser desde 300.001 euros hasta 1.750.000 euros e inhabilitación para realizar la actividad por un periodo de tiempo no inferior a un año ni superior a diez años.
Tu organización se asegurará no tener problema en cualquier tipo de inspección. Muchos clientes exigen a sus proveedores o gestores la autorización, ya que sin ella no se estaría realizando una correcta gestión. Por ello, repercute indirectamente en una mejora económica para la organización que obtiene la autorización.
Es fundamental asesorar al cliente para informarle de todos los requisitos y responsabilidades así como corroborar las posibilidades de que sus instalaciones cumplan con los requisitos marcados por la ley.
Dependiendo de la naturaleza de la actividad y su ubicación, será necesario elaborar diferentes documentos técnicos (estudio de impacto ambiental, informe de suelos, etc.). Muchos de estos documentos requieren la firma de un titulado competente, por lo que se debe contactar con expertos en la materia.
En el proceso de la autorización intervienen diferentes organismos que deben dar su aprobación -salud, evaluación ambiental, protección civil y residuos-. Es probable que durante el proceso alguno de los organismos responsables formulen algún requerimiento que será necesario responder en tiempo y forma.
Fase final del proyecto, no obstante, una vez obtenida la autorización no debes olvidar que anualmente se debe presentar una memoria anual que recoge la tipología de residuos tratados, su volumen y el destino de los mismos.