¿SIRAP o SCRAP? Cuál es mejor para manejar los residuos de tu empresa

El manejo adecuado de los residuos es una preocupación creciente para las empresas, tanto a nivel de concienciación como de cumplimiento de la normativa. En Gaiambiente, donde trabajamos siendo los socios en la gestión de residuos de empresas de diversos sectores y tamaños, hemos recopilado varias de las dudas más relevantes, y en este artículo examinaremos dos sistemas de gestión de residuos populares, el Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (SIRAP) y el Sistema de Recogida y Reciclaje de Envases (SCRAP), así como también os daremos algunas pautas para ayudarte a decidir cuál de los dos sistemas puede ser el más adecuado para tu empresa.

SIRAP: ¿Qué es y cómo funciona?

El SIRAP es un sistema que pone la responsabilidad de la gestión de los residuos de envases en manos del productor. Esto significa que el productor debe garantizar que los residuos de envases se recojan selectivamente y se gestionen adecuadamente antes de que el producto envasado se entregue al cliente. Este sistema se implementó por primera vez en España con la entrada en vigor del Real Decreto 1055/2022.

Según este sistema, el productor del producto, es decir, la persona o entidad que envasa el producto o es responsable de su primera puesta en el mercado, tiene la obligación de gestionar los residuos de envases. Esto incluye a los fabricantes de envases, importadores y adquirientes intracomunitarios.

Pros y contras del SIRAP

Pros

  • El SIRAP permite al productor tener un control total sobre cómo se gestionan los residuos de sus productos.
  • Fomenta la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental al hacer que el productor sea responsable de los residuos que genera su producto.

Contras

  • Puede ser una carga financiera y operativa para los productores, especialmente para las pequeñas empresas.
  • Dependiendo de la naturaleza del producto y del envase, puede ser difícil implementar y gestionar eficazmente el SIRAP.

SCRAP: ¿Qué es y cómo funciona?

El SCRAP, por otro lado, es un sistema que se centra en la recogida y el reciclaje de los envases. A diferencia del SRAP, el SCRAP no pone la responsabilidad de la gestión de los residuos en manos del productor, sino que se basa en la colaboración de todos los actores de la cadena de suministro, incluyendo a los consumidores.

Pros y contras del SCRAP

Pros

  • El SCRAP fomenta la participación activa de todos los actores de la cadena de suministro, incluyendo a los consumidores, en la gestión de los residuos.
  • Puede ser más fácil de implementar y gestionar que el SIRAP, ya que no requiere que el productor asuma toda la responsabilidad de la gestión de los residuos.

Contras

  • La eficacia del SCRAP depende en gran medida de la voluntad y la capacidad de todas las partes implicadas para participar activamente en la gestión de los residuos.
  • Puede ser más difícil garantizar el cumplimiento de las normativas sobre residuos, ya que la responsabilidad de la gestión de los residuos no recae en una sola entidad.

¿Cómo saber cuál es mejor para mi negocio?

La elección entre el SIRAP y el SCRAP dependerá en gran medida de las necesidades y capacidades específicas de tu empresa. Aquí te dejamos algunas preguntas que pueden ayudarte a tomar una decisión:

  1. ¿Cuánto control quieres tener sobre la gestión de los residuos de tus productos?
  2. ¿Tienes los recursos necesarios para implementar y gestionar un SIRAP?
  3. ¿Estás dispuesto a colaborar con otros actores de la cadena de suministro en la gestión de los residuos?
  4. ¿Cuáles son las normativas sobre residuos en tu sector y cómo se pueden cumplir mejor?

Conclusión

Ambos sistemas tienen sus pros y contras, y la elección entre uno u otro dependerá de varias consideraciones. En Gaiambiente, te podemos ayudar a tomar la decisión correcta. Contáctanos hoy mismo para recibir asesoramiento sobre la gestión de residuos.